En clase de lengua hemos hecho una lluvia de ideas de todas aquellas palabras que antes dudábamos de cómo se escribían y que ahora conocemos. Las hemos clasificado en grupos y a partir de ahí cada equipo se ha hecho cargo de una categoría. En folio giratorio hemos creado unas historias muy divertidas usando las palabras anteriores. ¿Te atreves a leerlas?
Viaje a las islas.
Había una vez unos niños que fueron a comprar un helado. Fueron a la tienda de helados y encontraron una maceta llena de hierba. Le preguntaron al tendero: -¿por qué está esa maceta ahí?
El tendero les respondió: -No lo sé... ahora que me acuerdo, la iba a poner en la entrada.
-¿Usted no tenía un hijo y una hija?
-Sí, están viendo el arco iris.
-Son hermanos, ¿no?
-Pues sí, veo que te has dado cuenta. ¡Oh, no!, ¡tenemos que ir hasta Madrid en avioneta y de allí a las islas Canarias en helicóptero!
- Bueno, adiós entonces.
Aparecieron los hijos del tendero y dijeron:-papá, mamá, estamos listos para despegar. Menos mal que ahorramos dinero para ir de aquí a Madrid y de Madrid a Canarias. Cómo mola, porque en Canarias hay muchos árboles y plantas.
-Sí, qué guay, porque hay árboles y podemos jugar al laberinto y después podemos bañarnos en las pozas calentitas.
-Niños, ya hemos llegado a Tenerife. ¡Anda! allí hay algo, es un arco, y allá hay un halcón bebiendo agua, y allí te enseñan a hacer alcohol.
-¡A ver, a ver, yo también quiero ver!
Sara, Irene, Claudia e Izan.
Día en el campo
Había una vez tres niños que se llamaban Adara, Leire y Sara. Se fueron al parque con su perro a jugar, le pusieron un chubasquero rojo con rayas verdes porque llovía e hicieron una ruta de senderismo por el bosque. Luego fueron a comer.
Comieron espaguetis, albóndigas y de postre natillas y el perro pienso para perros. Después fueron a la pradera a coger rosas e hicieron un picnic en la pradera y comieron fruta. El perro tenía súper fuerza. Volvieron a casa, donde el padre de las hermanas tenía un porche y en el porche había un ratón. El ratón también era fuerte. El perro corrió para coger al ratón, se enredó en una cuerda y el ratón lo desenredó.
Adara, Aroa, Gonzalo y Miguel L.
Un día de locos
Hoy por la mañana desayuné cola cao y me tuvieron que llevar al quirófano por comer chocolate. Cuando acabaron de operarme me dieron caldo y lo comí con una cuchara. Al postre le eché un poquito de cacao y de coco y me empezó a doler el corazón. Me mandaron para casa con la cabeza sin pelo porque me pegué con la cafetera. Después de todo eso me fui a hacer zumba. Cuando acabé tropecé con un cactus y me pinché todas las púas y para acabar me pilló un caco y me cogió un cacho del chocolate que llevaba porque quiso.
Dani, Martín, Mateo, Mario y Pablo
El cuento del revés
Érase una niña que iba a clases de zumba. La niña llevaba un mono de color cereza y en los pies dos zuecos de color rojo. Un día cuando iba a clases de zumba encontró un ciego que buscaba sus calzoncillos para ir al circo. Allí iba a amaestrar a un zorro para que bebiera un zumo pero antes iba a ir a un restaurante a tomar zorza con zanahorias en una cazuela. Pero en vez de eso le pusieron una zarpa dentro de un zapato. El restaurante se llamaba "El Cielo". Se fue de allí montado en una cebra y vio un ciervo con zapatillas al que perseguía una zorra.
Carmen, Sonia, Pedro y Miguel V.
Los loco-cuentos de las amigas
Había una vez una vaca llamada Pipi que se fue al extranjero. Allí conoció a bacalao. Encontraron una mancha de pintura verde muy misteriosa y emprendieron una aventura. Encontraron un caballo que era cura y con él zarparon hacia Vigo. Cuando llegaron, fueron a la biblioteca y allí conocieron a un vaquero que se unió a su aventura. Con él jugaban a la pelota que llevaba en una bolsa. Se les ocurrió una idea y fueron a una isla escondida y conocieron a un pirata. Y el pirata se unió a su aventura que era buscar las branquias del vigésimo rey de los peces. Empezaron a buscarlas y las encontraron. Estaban tan contentos que se dieron un beso. La vaca y el bacalao se casaron y allí estaban todos sus amigos de aventuras. El anillo de bodas fue hecho con algas.
Leire, Ana, Esther, Carolina
El jamón
Había una vez un gato con las garras muy afiladas y una niña llamada Galien. El gato se llamaba Garritas. Un día el gato, que era muy guapo, se escapó y un gigante lo atrapó. Galien se despertó a media noche y fue a darle agua a Garritas, pero Garritas no estaba. Entonces cogió a su girafa llamada Girafita, fueron a la selva y encontraron la cueva del gigante. El gigante tenía un hijo al que le gustaba el jamón. Tanto le gustaba el jamón que lo metía en la bañera y se bañaban con él y también comían jamón de la bañera.
Vieron que Garritas estaba con él y el hijo del gigante de repente lo tiró en la bañera y Garritas se comió todo el jamón que quedaba.
El gigante se enfadó con Garritas y lo echó. Garritas volvió con su dueña y la madre de Galien la llamó y le dijo que iba a tener dos hermanitos japoneses que tenían un pingüino de mascota. La comida favorita del pingüino también era el jamón así que iban tan contentos a casa que iban cantando "Ay bili bili bili la kiu eroki chiguomi chiguimi chu"
Ahora en casa eran su madre, los bebés japoneses, Garritas, el pingüino mágico, la girafa Girafita y Galien.
Entonces conocieron a una gacela durante su gira que tenía un paraguas. Como los niños japoneses jugaban a peleas de jamón, la madre de Galien abrió una lata de jamón para dárselo, pero el jamón era de mentira y los bebés japoneses tenían mucho genio y se enfadaron. Entonces apareció un jaguar que era muy amigo de Garritas y jugó con los niños japoneses. La madre aprovechó para darse un baño, la gacela ganó un premio por su gira y todos comieron felices jamón.
Ángel, Victoria, Lucía y Fani.